Cuando cae el Sol y la noche se
hace presente en el Centro Histórico de la ciudad de Hermosillo, se puede
sentir una atmosfera distinta que transporta a una época entrañable, cuando la
capital sonorense se asemejaba más a un pequeño poblado que a una urbe.
Entre los edificios de la
época, resaltan los que se ubican alrededor de la plaza Hidalgo, Colegio de
Notarios, Instituto Sonorense de Cultura, Colegio de Sonora, Barra Hidalgo y
Radio Sonora, este último con una leyenda que lo torna especial.
Algunos empleados y visitantes
del lugar cuentan que en el lugar se siente una vibra extraña, algo diferente,
que aunque puede deberse al hecho de que las instalaciones conservan gran parte
del inmueble original, lo atribuyen a sucesos paranormales.
Entre lo más recurrente está el
que desaparezcan las cosas del lugar donde se habían dejado, sentir una
respiración o que le tocan el hombro y una de las situaciones más comunes es
que cambien la posición de la silla.
Es común escuchar bromas
después de un momento de susto, porque alguna persona se quedó encerrada en el
baño y se lo atribuyen a “El Conde”, personaje que habitó esta edificación y
que a decir de la tradición oral hermosillense, sigue presente en el lugar.
Ramón Valdez León, quien es
productor y locutor en Radio Sonora, explicó que en su lugar de trabajo se
pueden escuchar a los colaboradores del medio de comunicación, quienes hablan
de hechos extraños y paranormales, lo que en algunas personas causa un temor
fundado en lo desconocido, sobre todo al oscurecer.
“Hay una compañera que afirma
que cuando estaba operando ella, en el cristal veía la figura de un hombre y
cuando fijaba la vista en el cristal, desaparecía; otras compañeras han
afirmado que han sentido que alguien les toca el hombro, que alguien les tose
por la espalda, las han dejado encerradas en el baño, lo han escuchado jalando
sillas”, comentó
La historia
Pero, ¿Quién fue esta persona
que a decidido permanecer en lo que fuera su hogar para hacer jugarretas y
sacarle un susto a quienes han invadido su espacio? ¿Qué tiene de particular la
antigua casona?
Valdez León explicó que la
fecha oficial de construcción del inmueble es de 1906 y en un principio fue la
mansión de la familia Camou Olea, quienes para cuando doña Emilia, hija de los
Camou, fue mayor, se casó con Alfonso García Peralta.
En aquella época se estilaba
que cuando una pareja contraía nupcias, automáticamente el varón se convertía
en dueño de las riquezas de ella; fue así como Alfonso “El Conde” García, llegó
a morar en ese lugar.
Existen dos versiones sobre su
mote, o al menos las más comunes, la primera de ellas es que cuando se hizo del
“jet set” (personas de alta sociedad) sonorense, gustaba de vestir elegantemente,
casi como un catrín, como si fuera un conde.
La segunda es que durante la
Revolución Mexicana sus padres decían: esconde al niño, porque ahí vienen “los
pelados”, esconde al niño, lo que se deformó en es-conde el niño, aunque la que
es mayormente adoptada por la opinión general es la primera versión.
Entre las diversas historias
que existen de “El Conde” García, comentó el productor, hay algunas turbias,
que van desde la negación a pagar deudas, hasta actos más graves como una
violación.
“Dicen por ahí que distó de ser
una persona buena; don Abelardo Casanova, que ha sido uno de los pilares del
periodismo en Sonora, contaba que cuando él era joven era cobrador y venía
hasta esta casa a cobrarle a don Alfonso, quien con el pretexto de que estaba
durmiendo la siesta decía: ‘No venga a molestar, estoy durmiendo la siesta’, y
le aventaba el postigo y no pagaba.
“Pero el señor García cometió
actos mucho más bajos que no pagar, en una ocasión vino una señora que confesó
que cuando era muy pequeña su propio tío abusó de ella y nos enseñó el lugar
donde el hombre cometió su fechoría”, relató.
El empleado de Radio Sonora
recordó que en una ocasión, un caballero mayor le comentó que durante el Gobierno del general Abelardo L. Rodríguez, el mandatario le pidió al señor
García que le vendiera tierras en la costa a inmigrantes italianos, a lo cual
don Alfonso no decía sí o no, únicamente ignoraba al Gobernador.
“En una ocasión cuatro soldados
fueron a su casa y se lo llevaron al Gobernador, tuvieron que llevárselo
escoltado hasta la oficina del general Rodríguez para decirle ‘ahora sí, vas a
vender porque vas a vender’, así que el hombre tuvo que hacerlo”, señaló.
Del matrimonio que formó con Doña Emilia no nacieron
hijos concebidos de forma natural, mas por la fehaciente necesidad de ser
padres, adoptaron a dos niñas, lo que pareció ser el principio de una historia
llena de felicidad.
Llega la desgracia
Días y noches llenas de suntuosidad
pasaron, como el 27 de abril de 1950, cuando la pequeña Marcia García Camou,
participó como paje en el enlace nupcial de María Martha Peterson y el
Ingeniero José López Moctezuma; en la Catedral de la Asunción, misa oficiada por
el obispo Don Juan Navarrete.
Pero a decir del dicho popular,
esta felicidad se vio interrumpida al crecer las hijas, pues una de ellas al
llegar a su juventud huyó del hogar paterno para dedicarse a una vida alejada
de la moral y los buenos modos, lo que afectó a la familia de renombre.
Problemas económicos azotaron
la prosperidad del otrora potentado, aunque no lo suficiente para hacer mella
en la apariencia de elegancia del “Conde”, quien solía dar caminatas al
atardecer por los alrededores de su mansión y de la plaza Hidalgo.
En el invierno de 1976 llegó la
tragedia de nueva cuenta a la familia García Camou, cuando el “Conde” resbaló y cayó dentro de una
alberca que tenía en la majestuosa residencia, la cual se encontraba vacía y
debido a que pisó una rama de palma se precipitó al interior donde pasó casi
totalmente sus últimos momentos de vida.
“No murió, pero con el golpe en
la cabeza enmudeció, perdió la facultad de hablar, a las horas es encontrado
ahí todavía con vida, con rostro de espanto y desesperación, se le lleva al
hospital y ahí fallece”
“Yo era estudiante cuando vine
para acá y vi sólo la alberca, de la alberca sólo queda el recuerdo porque ya
no queda ninguna sola evidencia, debido a que se tapó y hoy es uno de los
patios del edificio”, relató.
A pesar de que doña Emilia,
viuda de García, y su hija Marcia continuaron un tiempo en la vieja casona,
pasado un tiempo quedó sola algunos años, hasta que el Gobierno Estatal
encabezado en aquel entonces por Samuel Ocaña García, el 13 de octubre de 1983
fundó Radio Sonora para hacer su primera transmisión en periodo de prueba, la
cual fue el Cuarto Informe de Gobierno.
El mito mezclado con realidad
ha perdurado hasta los días actuales, cuando aún hay quien afirma que el
“Conde” le jugó una broma, le tocó el hombro o lo pudieron observar dando un
paseo por lo que antaño fueran sus dominios.